*Entre máscaras de colores, cervezas y luchadores de juguete, “La güera” deleita el paladar con sabores del mar en el Centro Histórico de Puebla
Guadalupe Bravo
Puebla, Pue.- Caldo de camarón, empanadas y filetes salen en fila de la freidora y de las hornillas, acompañados de refrescos o café para aguantar el frío de las noches o las madrugadas en las que se extiende el combate dentro de la arena.
Las copas de vidrio están sobre la barra, listas para que el cliente escoja el tamaño y deguste el platillo. Hay combinaciones desde pulpo con camarón, campechano y hasta “vuelve a la vida”.
No todo en la Arena Puebla son cemitas, también existe un pequeño negocio de mariscos, cuyo sabor está presente en el paladar de los poblanos que salen exhaustos de gritar y apoyar a su gladiador favorito.
Entre los comales para freír las milanesas, las papas a la francesa, el quesillo deshebrado, las aguas frescas y el humo del carbón se encuentra “la güera”, en un puesto afuera del coliseo ubicado en la avenida 13 oriente número 402 de la ciudad de Puebla..
Entre máscaras de colores, cervezas y luchadores de juguete, “La güera”, su esposo y algunos trabajadores atienden y ofrecen desde cócteles de camarón y pulpo hasta mojarras preparadas al momento.
Todos los lunes colocan dos mesas y una barra para recibir a las parejas, amigos o familias que se dan cita para sacar de su ronco pecho el estrés de la semana.
Los comensales conocen el lugar, se estacionan en las calles aledañas, los “viene viene” ya les tienen el lugar apartado y la comilona empieza afuera de las oficinas del Partido de la Revolución Democrática.
Sentarse en la mesa de “La güera” es como llegar a una comida familiar, te reciben con una sonrisa de oreja a oreja, saben tu nombre, el de tu pareja, del grupo de amigos o de los niños que acompañan a sus padres. Entre risas y bromas levanta el pedido, en menos de veinte minutos tienes el platillo listo en la mesa. Las mojarras tardan más, la cocción debe ser perfecta y así saben.
Las empanadas son elaboradas con harina, dobladas a la mitad, con pequeños pellizcos en la orilla para cerrarlas. Llevan en su interior camarones y jitomate, servidas con rodajas de aguacate y aderezo. Mientras que el caldo de chile guajillo, jitomates, zanahorias y camarones se sirve caliente.
Hay quienes ni siquiera entran a ver a los luchadores y su batalla eterna de máscara contra cabellera y sólo se escapan en medio de la lluvia por un platillo con “La güera”.
Un preparado originario de Venezuela pero que ha sido abrazado por los mexicanos para revivir luego de una borrachera. Contiene camarones, almejas y mejillones combinados con jugo de limón, cilantro, naranja, tomate, ají, sal y pimienta.
A pesar de que las cemitas son el sello distintivo de Puebla, los mariscos de “La güera” demuestran que no son platillos exclusivos para las tardes en alguna playa, también se pueden disfrutar al calor de la noche, entre el entusiasmo y la derrota del combate.